En Mainar
esta el tió Peiró,
que es pariente del hornero,
y en Villareal está el torno,
que a piazos se cae de viejo,
Villadoz, cabeza sin seso.
Cerveruela,
la judia,
porque se hace como el dedo,
y Vistabella, el garbanzo,
que lo cuecen con carnero.
Luesma,
las buenas chicas,
las ha habido en algún tiempo,
pero ahora son más negras,
que el forro de mis huevos.
Fombuena,
los fornigueses,
que quebrantan los cabezos,
y Lanzuela, los jinetes,
porque son todos muy pequeños.
Lechón
lugar de paso,
con su carretera enmedio,
que con el humo de las mañagas,
le enciensan a San Lorenzo.
Ferreruela,
los buenos clavios,
para hacer pajares nuevos,
y Cucalón, el barraco,
el padre de todos estos cerdos.
Badules,
la herrería,
de picar los manzaneros,
ya se murio el tió Bellido,
que hacia justicia a pedos.
En Villahermosa,
tratante de
alpargatero de viejo,
Romanos, con dos manos,
no se pueden mantener
y Villahermosa con una,
recoge trigo pa vender.
Anónimo
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